Sanet i Negrals cambia de bando

El pueblo de Kiko Femenía, históricamente simpatizante del club "che", gana adeptos para la causa herculana

El pueblo de Kiko Femenía, limítrofe con la provincia de Valencia, con una peña valencianista e históricamente simpatizante del club "che", gana adeptos para la causa herculana ante el derbi que enfrentará a ambos clubes el domingo en el Rico Pérez

"En Sanet i Negrals hi ha una 'agüela' que arranca queixals (muelas)". La famosa rima que acompaña a modo de cartel popular la coqueta localidad alicantina de La Marina Alta corre peligro de entrar en desuso. Hoy por hoy, el pequeño municipio de apenas 700 habitantes, situado a sólo seis kilómetros de la línea que separa la provincia de Alicante de la de Valencia, cae en la cuenta, al ser mentado, de que ha pasado a ser conocido como el pueblo de Kiko Femenía, el jugador del Hércules. Eso sí, con permiso de Agapito, el eterno guardia municipal, ahora ya jubilado, que sale del bar de Miguel para recibir al "xiquet" en la plaza y dejar claro que, aunque la única peña que hay en el pueblo sea valencianista, "ahora Sanet es herculana".
La sentencia de Agapito tendrá que esperar al domingo para ser confirmada. Será La Boleta -un pub que se ha convertido en centro de reunión de los partidos de la Liga BBVA y que ese día volverá a estar abarrotado para ver el Hércules-Valencia- el escenario para pulsar si realmente la gente de Sanet i Negrals está cambiando de bando.
Algo de eso ya se dejó ver el pasado sábado ante las pantallas de La Boleta con motivo del Barça-Hércules. En aquella ocasión, el salón del bar quedó repartido con gente de Benimelli, localidad vecina que se distingue por ser una plaza mayoritariamente culé. Según cuenta Jose Ramis, uno de los íntimos amigos de Femenía, nada más hacer acto de presencia en el bar, los benimeleros pronosticaron sin dudar un 5-1 para el Barça ("y dejamos uno para el Hércules por deferencia con Kiko", agregaron). El relato de Jose se interna acto seguido en el "cambio de actitud" de los seguidores azulgranas del pueblo vecino "con el primer gol de Valdez" y en el "mutis por el foro" nada más cumplirse el minuto 80 viendo el 0-2 en el marcador.
Con todo, la prueba de pasión para este pueblo ubicado a mitad de camino -a 96 kilómetros de la Explanada y a 96 kilómetros del Cap i Casal- llega con el derbi que acogerá el Rico Pérez a las 17 horas del domingo.
"Hasta ahora, los de Sanet tiramos mucho hacia Valencia. Para compras, El Corte Inglés, visitar a médicos... históricamente hemos ido hacia el norte. Así que con el fútbol también nos ha pasado igual. Pero digo hasta ahora. El debut de Kiko en el Hércules está cambiando hábitos", sostiene Adelino Ramis, otro sanetero impregnado por la herculesmanía gracias a su vecino futbolista.
El debate lo aprovecha el propio Kiko para deshacer entuertos: "Hace unos meses hubo una confusión con unas declaraciones que se interpretaron mal. Yo nunca he sido del Valencia, de hecho mi segundo equipo es el Madrid", sostiene el jugador herculano quien, por cierto, sólo tuvo un pequeño disgusto en el Camp Nou tras la victoria: "Quedé con Andrés Iniesta para intercambiar las camisetas a la conclusión del partido. Me citó en la banda y, tras girarme para agradecer a los aficionados alicantinos ubicados en uno de los fondos, Iniesta ya había desaparecido. Sé que no tiene mayor importancia, pero me supo mal ese gesto", recuerda Kiko.
Con todo, en el Camp Nou primó, además de la victoria, la constatación de que el problema de ansiedad que padeció en su debut en Primera ante el Athletic había desaparecido. Sobre ese asunto, su padre, Paco Femenía, el mecánico de Sanet, lo tiene claro: "Quien conoce a Kiko sabe que eso le pasa todos los años. Se le han ido amigos en el vestuario, gente con la que se llevaba muy bien y se come mucho la cabeza. Eso le provoca ansiedad".
Sea como fuere, los minutos que disfrutó ante el Barça despejaron dudas: "Me noté perfectamente. Tanto el entrenador como mis compañeros me han ayudado mucho", explica el joven delantero, que todavía lamenta el par de ocasiones que pudieron acabar en gol. "En una estaba Valdés, uno de los mejores porteros del mundo, y en la otra, tras un perfecto centro de Peña, decido disparar de volea y el balón se fue por poco. Pude controlar puesto que le ganaba la posición a Maxwell, pero... Hubiera sido el no va más marcar en el Camp Nou", recuerda.
El domingo puede que tenga la ocasión de resarcirse en el derbi: "Eso tampoco estaría mal".